Con relación a monumentos históricos, fuera de las parroquias de Santa Ana Jilotzingo, Santa María Mazatla y San Luis Ayucan que datan de la época colonial, no existen más edificios con ese carácter, aunque habría que tomar en cuenta dos columnas o pilares labrados en piedra que se encuentran totalmente abandonados y destruyéndose dentro de una zona semimontuosa, de las cuales se dice que posiblemente eran transladados para alguna antiquísima hacienda, pero se desconoce la fecha en que estos pilares fueron labrados.
No hay.
Las tradiciones que practican los habitantes de Jilotzingo están ligadas a la religión; así, encontramos que en Semana Santa se llevan a cabo procesiones con imágenes religiosas que representan la Pasión. Dichas procesiones se efectúan en Santa Ana Jilotzingo, San Luis Ayucan y Santa María Mazatla. En la parroquia de la cabecera se intentó, hace algunos años, representar la Pasión en vivo, sin embargo, esa innovación no gustó a los feligreses. El 20 de noviembre, en Santa María Mazatla se venera a un Cristo que se encuentra en la parroquia del lugar.
El 19 de marzo se venera al señor San José en el barrio de las Manzanas, a esta tradicional festividad religiosa no solo concurren habitantes del municipio, vienen también feligreses de diferentes partes de la República.
El 3 de mayo, día de la Santa Cruz, en todo el municipio se realizan festividades, se colocan cruces en las milpas, en construcciones y en esa fecha, en el ejido de Santa María Mazatla, se lleva a cabo una fiesta pagano-religiosa.
La conmemoración del santo patrono del poblado de Espíritu Santo se celebra siete domingos después de la semana Mayor o Santa, que generalmente cae en los últimos días de mayo o los primeros de junio, coincidiendo siempre con el domingo más cercano a la venida de Pentecostés.
El 26 de julio se rememora a la patrona de la cabecera municipal que es Santa Ana.
El 15 de agosto son las fiestas patronales en Santa María Mazatla dedicadas a la virgen de la Asunción.
El 19 de agosto la celebración es de San Luis Ayucan, que tiene fama de ser una de las mejores del rumbo.
El 9 de septiembre se festeja la "Reconcentración". Esta tradicional festividad se efectúa en la cabecera municipal.
El 15 de septiembre, se venera en Santa Ana Jilotzingo a la Virgen de los Dolores y al padre Jesús.
El 29 de septiembre, en San Miguel Tecpan, es la fiesta en honor de San Miguel.
El 7 de octubre, en Santa María Mazatla, nuevamente hay otra festividad religiosa en la que se venera a la Virgen del Rosario.
El 2 de noviembre se dedica a los muertos. Algunas familias todavía conservan la costumbre de colocar ofrendas en honor de los Santos Difuntos.
En general todas las festividades religiosas rematan con un baile al que gustosos asisten la mayoría de los vecinos y casi siempre se instalan juegos mecánicos que hacen las delicias de la chiquillería. Los habitantes comentan que, aunque actualmente los bailes públicos ya no se celebran con el orden y el respeto que se acostumbraba hasta hace algunos años, aún es bastante seguro asistir a ellos.
También se celebran las posadas y la nochebuena.
Dentro del calendario cívico, se conmemoran todas las festividades que marca éste, siendo las más concurridas y populares las del mes patrio, a la que asisten la mayoría de los habitantes.
La erección del municipio se festeja con una ceremonia cívica el 13 de mayo de cada año.
Se ha perdido la tradición por las bandas y orquestas, aunque existe una rondalla muy solicitada en festividades cívicas y religiosas.
Se han compuesto corridos a los poblados, que los lugareños cantan con mucho gusto.
Hasta hace algunos años, poblados del municipio como San Luis Ayucan, eran famosos por la elaboración de jorongos, tilmas y sarapes de lana, éstos se confeccionaban en rudimentarios telares del siglo XVII; sin embargo, a pesar de lo anticuado de la maquinaria, la belleza de los trabajos eran singular y muy apreciada por la clientela local y compradores que llegaban de diferentes partes de la República para adquirir esta artesanía.
También tiene fama los sarapes que a pesar de ser en pequeña escala, se fabrican en el pueblo de Espíritu Santo, incluso esa actividad artesanal ha generado otra, que es la del bordado sobre esas piezas, a cargo de las mujeres del pueblo.
Hay otra artesanía que es la manufactura de figuras de madera, pero debe aclararse que este trabajo no es cien por ciento artesanal, pues en la mayoría de los casos se emplean rudimentarios tornos.
Entre los pocos artesanos del municipio, está una persona que produce barcos dentro de botellas.
Es indudable que con disposición y asesoría podría resultar una buena producción artesanal, como muebles rústicos de maderas y alfarería, pues es de suponerse la existencia de barros adecuados.
Las comidas típicas son: hongos; chisas de madera; guijes o escamoles (larvas de hormiga); gusanos de maguey; barbacoa; carnitas y chicharrón; mole, que se emplea en todos los festejos y que afirman los lugareños que el que se emplea aquí es el más rico del mundo; quelites, nopales preparados en diferentes formas; cacomixtle; copixes; copiches; que son las bolsitas que se crean en los madroños; flor del quiote de maguey, llamada huila; la larva que se forma en el capulín, etc.
Por la carencia de una buena infraestructura, este territorio rodeado zonas boscosas, inmensos valles, arroyos y sobre todo, quietud, no recibe los beneficios que debería captar de los cientos de visitantes que lo recorren los fines de semana y días festivos o de asueto.